LA MODA DEL VINO
Por Ángeles Castro tck@iniciatika.com
En el mundo existen cosas que explotan con el placer del vino, como la poesía y las bellas artes; la cultura del vino facilita que despierte el deseo hacia ellas. Cada vino transmite la esencia de un momento, un lugar, una ocasión, que expectativamente esperamos que sea la indicada y pagaremos por él todo lo que este valga. Los seres humanos hemos utilizado el vino desde tiempos inmemoriales en ceremonias religiosas, celebraciones o simplemente por puro placer.
En la actualidad, el considerable aumento en la tendencia mundial hacia el consumo del vino, producto que desde antaño fue el placer de las distintas civilizaciones que poblaron nuestra tierra. Desde las referencias bíblicas a la vid, pasando por la Grecia en tiempos de Pericles, el imperio romano de Julio César, la Francia conquistadora de Napoleón, o tantas otras circunstancias históricas.
Siempre es un placer tomar una copa de buen vino. Al tomar vino, también ingerimos todo el sabor de una tierra amorosa que ha sido cultivada con toda la atención y cuidados especiales posibles por manos sabias y cariñosas. Con su cuerpo, el vino nos entrega la gentileza del clima, del sol y del agua; elementos que hicieron madurar los frutos. Y la sabiduría acumulada de cientos de años de los vinicultores.
El vino; como ser vivo que es, una vez embotellado no paraliza su evolución. Entrar en un vino es como frotar la lámpara maravillosa; emprendiendo un viaje intenso, hay que hacerlo con el cuerpo y el espíritu, pero muy especialmente con los sentidos, que son los que nos conducen por el túnel aleccionante que nos transporta, a una dimensión nueva, donde sentimos que dejamos de ser mortales; después de la segunda copa, anima la risa y los buenos momentos, ayuda a despojarnos de las inhibiciones y nos lanza al disfrute de la vida.
¿El vino es moda?
Si bien hay gente que se suma a su consumo solo para estar ad hoc con esta tendencia de auge del vino, es mas la que prefiere tomarlo por el deleite de disfrutar sus virtudes organolépticas y es ahí el conclave donde se da cita la magia de esta gentil bebida. En ese sentido, el fomento a la cultura del vino ha logrado que su consumo este creciendo en un 20 por ciento cada año.
El vino ha restado protagonismo a la popular cerveza entre los jóvenes de los países desarrollados como Estados Unidos, Japón y Gran Bretaña. Para ellos, tiene un lado chic consumirlo pues es una forma de distinguirse y acaparar la atención; una botella decente es costosa para la mayoría de los bolsillos de los jóvenes. En Japón se ha puesto de moda ofrecer a la novia una botella de vino del año de su nacimiento.
Sin embargo, el consumo del vino, no puede ser popular, quien lo crea y se esfuerce en ello padece un gran error. No es una bebida elaborada para la masa, sino para algunos hombres que pretendan trascender al vulgo y que siguen una misma dirección cultivando cuerpo, mente y espíritu.
CDMX Septiembre 2024