Advocación la Virgen María; de las más conocidas
Fiesta el 12 de diciembre de cada año, millones de peregrinos creyentes y devotos de todas partes del mundo, celebran el Día de la Virgen de Guadalupe, reina de todos los mexicanos y madre de Dios, acudiendo a la Basílica de Guadalupe para hacerle peticiones o bien para agradecer, en una muestra de devoción del pueblo mexicano a quien es conocida como la Santa Patrona del país. El origen de esta celebración se remonta a 1531, cuando se le apareció por cuarta ocasión a Juan Diego Cuauhtlatoatzin en el cerro del Tepeyac, solicitándole que le pidiera al obispo la construcción de un templo en su honor.
La Basílica de Guadalupe de Ciudad de México consolidada como uno de los templos religiosos más visitados del mundo; se envuelve en una celebración llena de fervor y devoción para honrar a la Virgen de Guadalupe, un evento que va más allá de lo religioso y se convierte en una manifestación cultural arraigada en la identidad mexicana y dejando un legado perdurable. La devoción a la Virgen, tradición católica con mayor culto en nuestro país, trasciende generaciones y continúa siendo un elemento central en la unidad nacional, recordándonos la importancia de la fe, la unidad y la diversidad en la construcción de una sociedad sólida y compasiva.
La festividad incluye procesiones, danzas folklóricas, representaciones teatrales, cantos y peregrinaciones de fieles. También se celebra en comunidades de todo el país con eventos locales que reflejan la riqueza de las tradiciones regionales. La Virgen recibe en su casa, las habituales “mañanitas”, por un gran número de personas, entre ellos, artistas y grupos afamados que le cantan melodiosos. Después de la misa suele finalizar con la participación de un mariachi. En los hogares, los seguidores instalan un altar desde varios días anteriores.En un contexto más amplio, la Virgen de Guadalupe ha desempeñado un papel importante en momentos clave de la historia de México, como la independencia y la revolución. Su imagen ha sido adoptada como estandarte en luchas por la libertad y la justicia social.
Los Festejos por el día de la Virgen de Guadalupe La devoción después de 493 años, esta tradición religiosa de casi cinco siglos es celebrada impulsan una derrama económica que rebasa los 20 mil mdp a nivel nacional. El turismo religioso mueve a millones de visitantes nacionales e internacionales cada año, beneficiando al sector de Comercio, Servicios y Turismo de todo el país
Pío X en 1910, declaró a “La Morenita”, “Celestial Patrona de América Latina” y Pío XII, en 1945, la llamó “Emperatriz de las Américas”.El papa Juan Pablo II, nombró a la Virgen de Guadalupe “la Patrona de América” durante su visita a México en 1999.
El santuario de la Virgen; la Basílica de Guadalupe, es un lugar sagrado donde se encuentra el ayate, manto de San Juan Diego, que porta la imagen milagrosa de la Virgen Morena. El Pájaro Tzinizcan, es el ave que lanza el trino que llama su atención, para contemplar el prodigio, que narra en nahuatl el indio tlatelolca Antonio Valeriano en 1556, el bachiller criollo Miguel Sánchez, retoma en 1648. En 1649, Luis Lazo de la Vega divulga en nahuatl el trabajo de Valeriano. Quizás es junto con el Popol Vuh, versión de la biblia para la evangelización, de la zona maya, de la mayor significación
Ahora bien, el 12 de diciembre, es el día de Santa Maria del Tepeyacac, (toponímico mariológico) mejor conocida como día de la Virgen de Guadalupe, por estar inserto el Cerro del Tepeyacac, en la que más tarde se bautizara como «Sierra de Guadalupe», nombrada así, en honor de la extremeña Virgen que lleva ese nombre, por homólogamente haber re aparecido en el siglo XIII a Gil Cordero en el Rió Guadalupe, de quién era fiel devoto Hernán Cortes, quién morirá con ella, entre sus manos.
La luna en cuarto creciente, sobre la cual reina la Guadalupe extremeña, necesariamente es un símbolo con significado árabe; en cambio, la luna en «color tenebrino» que se ve a los pies de la Virgen del Tepeyacac, debe entenderse como un ícono precolombino, una advocación de la Coatlicue mexica, la de la falda de serpientes, de ahí su color obscuro, representa a Tonantzin, «nuestra madrecita»; de ahí, Guadalupe – Tonantzin, enorme sincretismo iberoamericano, invocado así por Miguel León Portilla y del cual, David Brading, señala «el origen del proto nacionalismo mexicano». Guadalupe no sustituye a Tonantzin, le sincretiza, se integran dos conceptos, en una sola imagen.
CDMX a 12 de diciembre 2024